Aquella función predeterminada del ser humano cuando acaba de escuchar un problema e intenta dar su mejor discurso lleno de sabiduría para alumbrar el camino que ésa persona desdichada... no lo soporto. No hay necesidad de estresarte pensando qué vas a responder ó cuál es el mejor consejo que puedes dar, prestando tus oídos y tu atención seguro ya habrás hecho bastante por ésa persona, muchas veces sólo necesitamos desfogarnos y verbalizar los problemas para poder claasificarlos y ordenarnos.
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